Ahora
las relaciones tienen dos tics y última conexión,
los
besos se mandan con emoticonos
y
toda la atención que necesitas es
que
te conteste un Whatsapp de inmediato 24/7,
que
le dé a Me gusta a todas tus fotos de Instagram
y
te haga RT a todo lo que dices quererle...
¿Dónde
quedaron los cafés en las terrazas del centro,
las
copas en alguna barra, arreglando el mundo?,
¿y
los besillos de verdad
o
las manos traviesas e insaciables,
pidiendo
siempre más, al fondo de algún garito?
Ahora
los "te quiero" solo son moneda de cambio,
los pronuncian las bocas que quieren algo,
y
demuestran la peor de las frivolidades.
Ahora
las rosas son para pedir perdón
por
no haberte contestado el mensaje
lo
suficientemente rápido,
por
ponerle más jajas a otra,
por
haber dicho que te ibas
y
haber seguido conectado cinco minutos más.
Es
cierto, todo ha cambiado.
La
música ha cambiado,
la
ropa ha cambiado,
el
sexo ha cambiado...
Y
acabaremos volviéndonos tan tontos
que
ni podremos replantearnos qué estamos haciendo mal.
Dentro
de unos años no habrá hombres ni mujeres:
solo
gilipollas.

2 comentarios:
Muy buena.
Dale duro!
Muy buena
Dale duro!
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